martes, 5 de junio de 2007
Release
[Para David]
Sabemos que significa soltar, relajar, liberar...
El interés de esta técnica radica en que surge de la exploración de bailarines como Trisha Brawn y Steve Paxton para liberar al cuerpo del rigor técnico al que estaba sometido. Tras esta búsqueda nace el descubrimiento del cuerpo como algo orgánico, en el que respiran y por tanto piensan los huesos, los músculos y todas las partes del cuerpo. Conscientes del mismo, a través del conocimiento de la estructura ósea y muscular, comienza una búsqueda de la efectividad con un menor esfuerzo, porque el bailarín aprende a controlar el cuerpo hasta tal punto que puede liberarlo sin miedo a caer o hacerse daño. Dejamos la tensión y pasamos a una fluidez de los movimientos. Al mismo tiempo, podemos potenciar las líneas del cuerpo, la solidez del centro y la pelvis y, con todo ello, crear un movimiento más natural.
En la práctica, sentimos la espalda, la columna, las costillas, la pelvis, tiramos de ellas llenándolas de aire y de la seguridad de tenerlas ahí para, una vez colocadas y sentidas, hacerlas más grandes y sólidas. Así, el pecho se abre, crecemos y liberamos tronco, piernas, brazos y cabeza. Dejamos fluir un cuerpo en control. Es difícil pero es gozoso.
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