sábado, 28 de julio de 2007

Gracias

Gracias a los que me leen, a los que me sujetan, a los que me abrazan, a los que me llaman, me escriben, me observan, a los que siendo ellos mismos me ayudan...
Gracias a los que me quieren.

jueves, 26 de julio de 2007

Sin título

Recurro a esta foto de una coreografía de Mats Ek.
Recurro porque me he escurrido, me he escapado entre sus brazos y no me he agarrado como se agarra la bailarina a él. No, porque se nos han escapado los seis años entre los brazos. Los tengo, esos años, en los dedos, aún los siento.
No hemos sabido sujetarnos como lo necesitábamos.
Y yo necesito. Ahora le necesito a él, pero necesito otra cosa para no querer escurrirme, para no querer zafarme de él.
Se están amando en la foto y se están moviendo, hay energía. Yo tengo energía, pero no sé si suficiente para él. Me ha faltado ese movimiento, ese agarrarse con convicción porque quieres estar al cien por cien.
Me han faltado cosas que ahora no sé si se pueden recuperar.
Pero sé que le quiero. Y que le quiero abrazar.
Lo sé.

lunes, 16 de julio de 2007

Próximos contenidos: Ponderosa Tanzland Festival


Ya estamos de vuelta, desgraciadamente.
Se me agolpan las ideas, tengo mucho que decir, quiero recordar lo aprendido y vivido, lo bueno y lo malo, todo lo que me permitan los huecos de la realidad.
Por eso, me propongo y propongo un índice de contenidos sobre estos días:

- Recomendaciones de actividades futuras relacionadas con profesores y miembros del festival (David Lakein, Shahar Dor, Impulstanz, Kathleen Hermesdorf, Stephanie Maher...).
- Monográficos sobre los profesores del festival que más me han aportado (Kathleen y Shahar).
- El festival en sí (impresiones, ambiente, la organización, proyecto social, gente, sensaciones, caracteres, culturas, críticas, etc.).
- Las performances allí vistas (Bruno Caverna y Ricardo de Paulo, improvisaciones, Shahar, Kathleen, Stephanie, David, Johanna, Jessy, Ayara, Sara Shelton, María Francesca, etc.).
- Mis sensaciones, mi visión, mis fotos, mi gente.
- etc.
- Propuesta de un espacio abierto de debate para quien quiera aportar sobre lo allí vivido, lo que pudo ser, lo que ha sido, lo que faltó, lo que nos trajimos, lo que dejamos allí, y todo lo que sintamos.
Si alguien quiere opinar en cualquier otra lengua que lo haga. Los recursos de Internet nos permiten traducirlo todo. Que por escrito al menos el idioma no vuelva a ser un impedimento para intercambiar impresiones...

[...]

viernes, 6 de julio de 2007

Volamos


Ahora sí que nos vamos.
Nos vamos a Ponderosa Tanzland Festival a bailar, a conocer tendencias nuevas de danza, a convivir con gente y con la danza, a descubrir, desarrollarnos y, sobre todo, a disfrutar.

Hasta la vuelta...

jueves, 5 de julio de 2007

Franco Battiato

Alguien ha recuperado de mi memoria a Battiato... Y cómo no iba a mencionarlo aquí.

Voglio vederti danzare

Ô Cirque


Ayer estuve en el Circo Price viendo Le vent était de la triche, de la compañía Ô Cirque.

Mi ignorancia sobre el mundo del circo impide que pueda hacer una crítica sólida. Puedo hablar de impresiones y de lo típico del "me gusta, no me gusta".

Un espectáculo ecuestre. Empezamos mal. Los caballos son bellos por definición. Son los animales que mejor reflejan la fuerza y la elegancia, pero sobre todo la libertad. Y ahí surge el conflicto. Un protagonista que no puede serlo, la libertad y la belleza como protagonistas en un espacio tan limitado. Me creó angustia verlos correr. Cuando corrían rápido se me aceleraba el corazón porque sentía un momento de placer interrumpido. Quería que esa galopada se produjera en el campo, en libertad.
Bailaban, saludaban, se coordinaban, se sabían la coreografía. Realmente, un portento de la enseñanza. Pero el animal no está hecho para que se le adoctrine en las formas humanas. No me llegaba porque no era natural, porque se cae desde el principio al saber que un animal nunca haría lo que hace el hombre. Que un animal no puede transmitir belleza así porque su belleza se define por la libertad con la que se mueve. Porque un caballo retoza en el suelo voluntariamente y no porque lo indique un látigo y horas de entrenamiento.

Me gustó la puesta en escena. El ambiente era cercano. Los acróbatas y participantes seguían en escena con su papel, en un entorno que recreaba el mundo del circo, con su caravana y todo. Una actitud buscada que sí le daba peso al espectáculo.
Por supuesto, nada que decir con respecto a las posibilidades físicas de los acróbatas. Increíble que alguien baile y salte a lomos de un caballo que galopa, sin sujeción. Del todo increíble. Pero de nuevo miraba a los ojos del caballo y veía que él tenía que estar ahí porque tenía que estar, no le quedaba otra.

Me gustó la música en directo, la "jefa", la iluminación y la cercanía.
Me gustaron los caballos, por ser caballos. Al final se le perdona al espectáculo todo lo que le quita a la esencia de los mismos, porque a pesar de todo son caballos y son exageradamente hermosos.

Me gustó ver el espectáculo, porque desconozco el mundo del circo, porque de pequeña nunca me atrajeron los payasos, los elefantes y demás animales sometidos, las estructuras típicas de circo en las que se suceden escenas sin conexión... No he tenido una infancia de circo.

Este espectáculo se acerca a otro tipo de circo, más artístico, más cuidado, más contemporáneo.
Pero faltan pasos.

En cuanto a la danza que allí se veía, busca el espectáculo, no la conexión, no el sentimiento. Y se ven coreografías llenas de saltos, sin pausas, porque existe la idea de llenar el tiempo y el espacio del mayor número de cosas sorprendentes, cuando, como sabemos, a veces lo llamativo no está en la cantidad sino en la calidad y en lo bien dosificado.

Conocer algo más del mundo del espectáculo. Me quedo con eso.
Y me quedo con la sensación de haber visto la belleza, pero no en estado puro, sino una belleza triste. La belleza bajo el punto de vista del ser humano, que no acepta que la verdadera belleza se encuentra en lo natural, y, en este caso, en la libertad en la naturaleza.

martes, 3 de julio de 2007

La dificultad del contact (el de la danza y el de las mentes)


Hace tiempo que quiero hablar de Örjan Andersson (Suecia). Ya hablaré de la danza que se hace en el norte, porque me atrae.
Y ya hablaré del contact.

Ahora sólo me apetece poner esta foto de una coreografía suya.
¿Por qué?
Porque hoy sólo quiero apuntar algunas palabras y esta foto, hoy, me inspira:

contacto, peso, fuerza, mente, escucha, equilibrio, igualdad, confianza, sentimiento, belleza, tolerancia, fluidez, dificultad, duda, cariño, búsqueda, aprendizaje, piel...

El contact tiene mucho de esto y las relaciones también.

lunes, 2 de julio de 2007

Bailar en una rave también es bailar...

Mucha de la gente que me conoce se extraña de que me guste esto, de que una persona como yo se enganche con este tipo de música. Mi forma de ser, mi oficio, mis aficiones hacen que la gente me vea más hablando de profundidades, leyendo y escuchando música clásica. En definitiva, asocian la sensibilidad a una manera de ser específica y no les cuadra que "esas cosas" me gusten. En realidad, como siempre se trata de prejuicios y etiquetas. También hablo de profundidades, leo y cumplo esos requisitos que supuestamente definen la sensibilidad. Pero para mí la sensibilidad no se queda ahí. Para mí es estar abierto a las nuevas sensaciones, a dejarte llevar, dejar que tus sentidos se sorprendan con músicas distintas, con espectáculos, gente, con tantas cosas como hay en la vida esperando a que las conozcamos.
A mí me gusta moverme, ése es uno de mis principios, y me gusta que el movimiento surja de una adrenalina concreta, o la adrenalina de un movimiento. Este tipo de música me lo pone fácil, porque me sube las pulsaciones y eso, en general, me gusta.
El sábado estuvimos en una rave en el campo. No sentí el "subidón" musico-palpitante de otras veces, pero me lo pasé bien. Me gusta la espera cuando crecen y se suspenden los ritmos. Esperas, van subiendo y eso te crea cierta ansiedad que se ve satisfecha cuando estalla el ritmo. Y ese tipo de sensación, absolutamente primaria y física, es muy fácil llevarla al cuerpo.
No puedo decir que me guste bailar cualquier cosa, porque no es cierto, me gusta bailar lo que me gusta bailar, así lo simplifico yo, sin que por eso sea una modernilla, una bacala o, en otras actitudes de mi vida, una "cultureta", una sensiblera o una profunda. Me gustan ciertas cosas y punto, y procuro mantener en mi vida esas cosas que me gustan y descubrir otras que también me pueden gustar. Tenemos una capacidad ilimitada de sentir tanto lo malo como lo bueno. Aprovechemos esa capacidad y llenémonos de lo bueno, y dejémonos de prejuicios que todo es mucho más simple de lo que lo hacemos.


Y por supuesto, los Chemical...