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Michelle nos ha regalado a todos un DVD de fragmentos de danza. Es un acto objetivo de generosidad, pero ella no sabe cuánto puede llegar a determinadas personas un gesto así. Lo entrega sin saber cómo lo recibiremos, con espontaneidad, y eso me gusta. Me gusta la espontaneidad de los actos generosos. Esos que se confeccionan y los otros que surgen sin pensarlo. Ambos son espontáneos porque no esperan ni piden nada a cambio.
El cuerpo no es tan generoso. Y nuestra relación con él tampoco lo es. Le pedimos más y a veces nos da poco. Pero otras veces cuando nos da algo que no esperábamos se lo agradecemos como cuando alguien te dice algo que no esperabas y te alegra el día. Igual, porque el cuerpo a veces te alegra el día, le alegra el día a tu mente y eso siempre es de agradecer.
Hay que dejarse querer, hay que dejarse atraer por la generosidad de los gestos, apoyarse en los demás y en sus formas de expresarse y ofrecernos como apoyo para lo que esa nuestra gente, esos nuestros cuerpos, esas nuestras mentes... nos necesiten.
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