





uedó aparcado.
sivo e increíble silencio. Es blando porque se adapta a todo, al cuerpo, al suelo, al aire... Pero con líneas siempre presentes. Martin, que nos propuso unas lecciones de improvisación, es paz, es calma bella, es sensaciones. Nos invitaba a regodearnos en los momentos que se crean en la improvisación, a hacerlos grandes y técnicos.
es nota, den clase o interpreten en la escena, que su pasión es natural porque casi han nacido con ella, pero no por eso se dejan llevar por algo conocido, sino que siguen atrapándola y disfrutándola porque viven danzando o danzan viviendo. La expresión más lógica de lo que tiene que ser un bailarín: sentir la danza como la vida misma, con energía, saltando obstáculos con valentía, poniendo lucha y fuerza a todo, siendo pasional sin olvidar la cabeza y los centros, los equilibrios...
Y ahora además lo elevan a mayores potencias con esa unión comunicativa que han creado con Les Slovaks.
He retomado un librito de poesía de juventud de un antiguo profesor mío, del que mucho aprendí y con cuyas clases más disfruté, Francisco Javier Ávila. En su poesía juega mucho con el lenguaje, con las palabras, se las inventa, como juega con las imágenes, las de las ciudades, la gente y los sentimientos y los cuerpos. Sus palabras bailan también:


"Abordamos un tratamiento y desarrollo creativo del movimiento en donde el
cuerpo se exprese como un medio bajo un flujo de constantes cambios de
necesidades internas y externas, en una exploración desde un estado intuitivo
hacia una apreciación más amplia y dúctil, cayendo fuera del confortable
equilibrio cotidiano hacia un permanente estado de desequilibrio. Tomamos como
principio kinético el movimiento que nace desde nuestro centro y se proyecta a
través del cuerpo, expansivamente, más allá de sus límites. Trabajamos en
generar estados energéticos y emocionales haciendo incapié en el desarrollo de
una atención de la energía individual y su interrelación con la energía grupal.
Nos apoyamos en la capacidad de observarnos a nosotros mismos para así poder
darnos a lo que ocurre en nuestro entorno con confianza, mediante la entrega, la
escucha y la aceptación, fundamentos que nos permiten establecer vínculos y
trascender obstáculos para el libre flujo del ser creativo y escénico."Fernando Nicolás Pelliccioli y Carlos Osatinsky, ambos de Buenos Aires y residentes en Berlín, de fuerte formación académica y vital en danza contemporánea, proponen llevarnos a vuelos poéticos, hacia la emergencia de una experiencia motriz más rica, vital y significativa.
FECHA: Del 6 al 10 de Octubre
HORA: De 17 A 20 h
LUGAR: 'EL NAVEGATORIO' (Av. Pedro Diez 38 1º C-Metro Oporto. Madrid)PRECIO: 120 e
MÁS INFO: Fernanda: 647103867-ferdanza13@hotmail.com
Ayer fui a ver Boris Godunov, el estreno de La Fura dels Baus en el María Guerrero de Madrid.




Cris Gómez
Bailarina formada en la London Contemporary Dance School, (The Place). Ha bailado en Alemania con la coreógrafa Silke Wiegand, en México con Müuval Collective y en Japón para Spain Mura.
Actualmente reside en Barcelona, ha trabajado con la compañía Sol Picó, además de impartir talleres fuera y dentro de España.
Titulada en Danza Clásica por el Conservatorio de Danza de Albacete, y diplomada en Ciencias de la Información por la Universidad de Salamanca.Interesada en la coreografía, ha recibido becas del Ministerio de Cultura para distintos proyectos, entre ellos Lullaby para la promoción de danza en las escuelas, y Enámbar, proyecto destinado a la creación de trabajos coreográficos más experimentales.










Y es que a mí no sólo me interesa el movimiento de mi cuerpo o del resto. Necesito mover todo lo demás; sin mover la mente no movemos ni nuestro cuerpo, ni nuestro espacio, ni nuestro tiempo como es debido. Y para mí el movimiento está profundamente ligado a las imágenes, y lo que éstas te transmitan, y a las reflexiones, y, por supuesto, a la escritura.

"¿Estamos seguros de que estamos viviendo nuestra propia vida de la manera que desearíamos? ¿Estamos en el lugar correcto y del modo adecuado?...
Éstas son preguntas con una incertidumbre asombrosa... Sus respuestas son quizás la base de nuestra felicidad más profunda. Pero obligan a analizar, estructurar y cuestionar asuntos de alta complejidad relacionados con esa red social invisible que nos une a todos los seres humanos como especie.
Hay tantos modos de ver las cosas como individuos existentes. Cada modo personal va dado por unas ciertas experiencias personales que nos llevan a percibir esa realidad delante de nosotros de esa manera tan peculiar.
Estamos condicionados enormemente por todas esas normas de conducta que supuestamente deberían funcionar para todo el mundo. Pero eso solo se ajusta a una realidad parcial. Probablemente a la realidad más práctica relacionada con la organización y el control social.
Lo cierto es que la diferencia entre el individuo y la organización social es abismal. La organización social obliga a ceñirse a normas y regulaciones. El espíritu humano tiene otras premisas esenciales más relacionadas con la busqueda incansable de la felicidad. Y ésa, una vez de nuevo, viene condicionada por necesidades muy personales y diferentes en cada individuo. Diferencias todas válidas y justificadas, por tanto respetables.
Sexo, dinero, satisfacción personal, familia, profesión, supervivencia, tranquilidad, comodidad, trabajo... todos estos son conceptos y términos muy actuales y presentes en la vida cotidiana. La invasión de imágenes, ideas, opiniones, exigencias por una justicia evidente... simplemente nos desbordan en cualquier lugar en donde haya presencia de seres humanos. Sensaciones de ser utilizados e incrustados en una máquina social que habitualmente no devuelve satisfacción ni sensación de plenitud. Pero el instinto humano sigue siendo más fuerte que todo esto junto. Seguimos luchando por encontrar la felicidad deseada de la misma manera que las raíces de un árbol siguen rompiendo el asfalto construido en su superficie.
"Kiosko das Almas perdidas" nos acerca a ciertas realidades paralelas dentro de las fantasías personales de cada persona. Nos muestra cómo esos pequeños momentos de felicidad dan sentido a nuestra existencia aparentemente insignificante en algunos momentos.""Éste es el punto de partida para una nueva generación. Una generación de Almas Perdidas. Un estado de cuestionamiento personal y al mismo tiempo colectivo ponen en duda si lo prioritario es la vida palpable o la vida paralela de las ideas y deseos. Un estado de revolución espiritual en donde lo ya vivido pasa a ser una premisa de validez cuestionable."

