viernes, 30 de marzo de 2007

La Noche de los Teatros




No pude ir, pero allí estuvieron Losdedae, Provisional Danza (con la curiosidad de que esté alguno de mis compañeros), Dani Panullo, etc. Ojalá se hicieran más sesiones de éstas, como la de la Noche en Blanco y pudiéramos disfrutar de ellas más a menudo sin tantas aglomeraciones.

jueves, 29 de marzo de 2007

Madrid en Danza

A la vuelta de la "Santa Semana" podremos empezar a recomponer nuestros atorrijados cuerpos, del 9 al 29 de abril, gracias al Festival Madrid en Danza. Hay mucho; pero yo no quiero perderme: Galili Dance, la compañía Linga, de Suiza (foto), la compañía Ertza, la sesión de coreógrafos madrileños en La Abadía (Daniel Abreu, Francesc Bravo, Daniela Merlo, Chevi Muraday, Teresa Nieto, Nicolas Rambaud, Mónica Runde, Juan Torres, Carmen Werner); Virpi Pahkinen (me fascina la danza nórdica, ya hablaré de ella otro día); Cia. Jus de la Vie, etc. Procuro ver en estos festivales lo máximo posible, pero, a veces el trabajo y que de entre mi gente sólo yo tengo interés en una compañía específica, acabo bajando el listón de mis pretensiones, cosa que me da mucha rabia, así que prefiero no proponerme una agenda imposible, porque ya se sabe eso de "quien mucho abarca poco aprieta". Un dicho que no se cumple cuando bailamos.
Felices espectáculos.

P.D.: Aviso a nuevos navegantes: además de ésta hay más páginas. Cuéntenme algo, les estoy esperando.

jueves, 22 de marzo de 2007

Cocorosie

Y una entrada más, última por hoy. El 13 de abril actúa Cocorosie. Una de sus canciones nos sirvió el año pasado para nuestra modesta creación. Si he hablado de aquellas cosas que nos sugieren, no tenemos más que escuchar a estas dos mujeres. Susurros, ritmo, quiebros, llantos, quejidos... No dejaría de lado ninguna de sus canciones. A mí me invita a la improvisación. Ésta que pego es con Antony and the Jhonsons, qué placer, el del vuelco tierno del corazón...

Sharon, Shostakovich y Kubrick

Hoy me he encontrado con una persona muy especial en el metro y por ello me veo animada a incluir algo a lo que llevo días dando vueltas. El profesor que sustituye a esta gran maestra (Michelle) montó una coreografía sobre la base de un vals, típico movimiento ternario... Nunca me ha gustado el vals, el de salón, sin embargo si se personaliza y se aprovecha para crear contemporáneo tiene muchas posibilidades. La cuestión es que cuando lo bailamos por primera vez me acordé inmediatamente del maravilloso Jazz Suite No. 2, Waltz 2 de Shostakovich, que aparece (para más señas) en la película de Kubrick Eyes Wide Shut. No he conseguido colgar aquí un fragmento de la misma, desgraciadamente. Una película estética ante todo, cargada de imágenes sugerentes y con una música fascinante como la de cada una de las películas de este director. Este vals invita al movimiento, a los desplazamientos y a la apoteosis. Y gracias a esas clases que he recibido últimamente consigo recordar, unir y ampliar conceptos de la danza, el cine, la música clásica, etc. De nuevo la danza como fuente inagotable de sensaciones y conocimientos.

viernes, 9 de marzo de 2007

D_Krama

La compañía D_Krama.
Mercedes Pedroche y Jesús Camarés. Sólo hay que verlos. Qué contacts.
El segundo vídeo es de Hebras de Mujer de 10&10. Dácil González también es de D_Krama, pero sólo puedo colgar este vídeo. Para mí es una de las grandes bailarinas del momento.


El placer del suelo

Sustantivos Verbos y Adjetivos
Tierra-origen-suelo Deslizar, rozar Suave, dúctil
Masa-cuerpo Fluir, amasar Flexible, blando

Peso-gravedad Acariciar, arrullar Acogedor
Centro-Fondo Palpar Líquido



El placer de dejarse llevar por las posibilidades que da el suelo; por la gravedad de la tierra que amasa el cuerpo y acoge la flexibilidad de lo orgánico, hacia el centro, para que lo palpemos desde el nuestro, para que como en un líquido nos deslicemos con la seguridad que nos da sentir todas las partes de nuestro cuerpo palpando, suaves, el origen.

martes, 6 de marzo de 2007

Preguntas con respuesta

Me suelen preguntar: ¿para cuándo tu próxima actuación?, ¿estás ensayando mucho?, ¿has pensado alguna vez en dedicarte a la danza?
Lo importante es que sepamos las respuestas no sólo a las preguntas que nos hacen los demás, sino a las que nos hacemos nosotros mismos.
Empezó demasiado temprano el fin de mi baile y, por tanto, demasiado tarde el reinicio del mismo. Lo retomé con pasión, tal y como lo dejé, y con orgullo al verme capaz. Inicié un camino de experimentación muy distinto al que sentía con la danza clásica y española. Me podía dar más, podía darme más de mí. Pero me vi como en la foto, de nuevo frenada. Esta vez me frenaba yo misma.
Nunca he sido de liarme la manta a la cabeza, pero tuve que interiorizar que el no hacerlo ahora por la danza, por la única cosa que lo hubiera hecho en mi vida, era un acto plenamente consciente. Pero, sí, sentí esa mano que me frenaba en seco. Mi propia mano seca que me mostraba un espejo. Pensé en las posibles frustraciones. Pero es tan fácil frustrarse en la vida... que reinventé mi discurso y acepté con serenidad y orgullo mi decisión. Pude haber bailado más, pude haberme dedicado a ello. O no, o no. Nunca lo sabremos.
¿Aceptarse es conformarse? No, aceptarse es conocerse, conocerse es saber cambiar dentro de nuestras posibilidades, es saber disfrutar de lo que tenemos. Y, a pesar de todo, la danza no ha dejado de estar ahí, no dejará de estar, de un modo u otro.
Tengo mis respuestas a mis preguntas y eso es saber avanzar, saber seguir sin pesos y con libertad, la libertad que da la seguridad de poder y saber disfrutar de lo que uno consigue gracias a nuestras dudas.

lunes, 5 de marzo de 2007

Hugo Wolf Projekt



La compañía Hans Werner Klohe presentó Hugo Wolf Projekt en La Casa Encendida el 23, 24 y 25 de febrero.
Qué fantástico ver proyectada una danza que se acerca al tipo de danza que me gusta bailar, que me gustaría crear y por supuesto ver.
Para empezar el espacio es muy interesante. Al nivel del espectador, una gran plataforma plateada, con un piano hundido en el centro, aguarda las diversas combinaciones de la obra. La coreografía se distribuye, se reparte, por todo el espacio. Es el primer dato de los puntos de vista, porque, para mí, entre otras cosas, habla de eso; de los diferentes puntos de vista en todos los terrenos.
Un barítono, un piano, dos bailarines y combinaciones entre los cuatro. Comienzan las formaciones, los contacts entre ellos. Crean figuras estáticas, como para foto, por medio de pesos y fuerzas, a veces como si fueran elementos de una cadena de montaje. Posturas, posibilidades de combinación que pueden surgir de la improvisación, como en clase de Michelle.
Después interpreta el barítono y ellos dos bailan en sucesivos contacts y movimientos al límite; al límite las posibilidades del equilibrio, al límite el cuerpo, porque parece estar compuesto por más partes y miembros de los que ya conocemos y al límite los contactos, roces, pesos... A partir de un hombro, una mano o un pie se sucede un movimiento, se generan nuevos movimientos, siempre imprevisibles. En ocasiones esta partida del cuerpo roza la fragmentación, la desmembración hasta llegar a uno de los mejores momentos: ella se desmorona, se le destroza y desmiembra el cuerpo, como en ataques epilépticos y él con vigor tiene que sostenerla, para que no se caiga, para que no se rompa... increíble.
Después vemos tics cotidianos, repetición de movimientos, que parecen mostrar esa alienación de la que sólo nos pueden sacar las relaciones, los contactos, los abrazos.
Ella es de una gran fuerza y presencia. Gran fuerza física y escénica que se complementa perfectamente con la elegancia de Hans-Werner Klohe. Ambos fuerzan esas virtudes al máximo; parece que se hacen daño cuando hay que simularlo, parece que se miran y acarician de verdad cuando hay que sugerirlo.
Se nos habla de comunicación, o falta de, de los puntos de vista sobre las relaciones dependiendo de quién sea el protagonista en un momento dado, de la necesidad de éstas, de la necesidad de tener alguien al lado, de dejarse llevar, dejarse ayudar, escuchar y ser escuchado...
Pero sobre todo se apura el cuerpo, el espacio, incluso las formas, la música, la composición. No hay límite. Es una danza absolutamente estudiada y trabajada, pero que muestra lo ilimitado de la técnica y el cuerpo. Ambos, al servicio de lo que les pedimos, que ha de ser mucho. Pedirnos menos es conformarnos. Experimentar, ver hasta dónde podemos llegar, hasta dónde llegan nuestras capacidades... Todo esto, junto con una buena interpretación, una fuerte presencia escénica y una intención debe de ser un gran placer poder experimentarlo.