martes, 6 de marzo de 2007

Preguntas con respuesta

Me suelen preguntar: ¿para cuándo tu próxima actuación?, ¿estás ensayando mucho?, ¿has pensado alguna vez en dedicarte a la danza?
Lo importante es que sepamos las respuestas no sólo a las preguntas que nos hacen los demás, sino a las que nos hacemos nosotros mismos.
Empezó demasiado temprano el fin de mi baile y, por tanto, demasiado tarde el reinicio del mismo. Lo retomé con pasión, tal y como lo dejé, y con orgullo al verme capaz. Inicié un camino de experimentación muy distinto al que sentía con la danza clásica y española. Me podía dar más, podía darme más de mí. Pero me vi como en la foto, de nuevo frenada. Esta vez me frenaba yo misma.
Nunca he sido de liarme la manta a la cabeza, pero tuve que interiorizar que el no hacerlo ahora por la danza, por la única cosa que lo hubiera hecho en mi vida, era un acto plenamente consciente. Pero, sí, sentí esa mano que me frenaba en seco. Mi propia mano seca que me mostraba un espejo. Pensé en las posibles frustraciones. Pero es tan fácil frustrarse en la vida... que reinventé mi discurso y acepté con serenidad y orgullo mi decisión. Pude haber bailado más, pude haberme dedicado a ello. O no, o no. Nunca lo sabremos.
¿Aceptarse es conformarse? No, aceptarse es conocerse, conocerse es saber cambiar dentro de nuestras posibilidades, es saber disfrutar de lo que tenemos. Y, a pesar de todo, la danza no ha dejado de estar ahí, no dejará de estar, de un modo u otro.
Tengo mis respuestas a mis preguntas y eso es saber avanzar, saber seguir sin pesos y con libertad, la libertad que da la seguridad de poder y saber disfrutar de lo que uno consigue gracias a nuestras dudas.

No hay comentarios: