miércoles, 23 de enero de 2008

Erre que erre. Más diversión


Ya me he descubierto aquí antes como defensora y admiradora de la compañía Erre que erre.
Del 29 al 31 de enero estarán en el Teatro Pradillo (hay entradas en Atrápalo más económicas).
Y digo más diversión, porque últimamente estamos asistiendo a una nueva tendencia. Los últimos espectáculos que he visto, no todos, pero bastantes de ellos, defienden una estética de la diversión. En épocas de crisis tal vez aflora la necesidad de reivindicar las cosas por las que queremos estar en este mundo, como por contradicción con la realidad que se nos ofrece. Por contraste tal vez descubrimos lo que deseamos y por eso el arte muchas veces refleja el subconsciente colectivo. Me alegro de que estemos dejando de lado ese dramatismo, esa insondable introspección, autocontemplación, análisis profundo, meditativo y melancólico en la danza contemporánea, conceptos por los que, por otro lado, se la conoce.
Bien, me parece bien que reivindiquemos lo frugal, lo satisfactorio sin llegar a la superficialidad, porque la profundidad de pensamientos no está reñida con sonreirle a la vida. Alegre de ver danza positiva y divertida en estos tiempos.
En fin, por todo ello, recomiendo encarecidamente este nuevo espectáculo llamado Escupir en el tiempo. Y transcribo unas palabras que ellos mismos dicen de su espectáculo. Dan ganas, no?

"No hay verdadera diversión sin el movimiento de las pasiones..."
"Nuestro anhelo es la apropiación de un tiempo que ahora no nos pertenece..."
"O el único secreto consiste en tratar de dilatar el tiempo de los momentos especiales, detenerse en algunos instantes, intentar divertirse, disfrutar los unos de los otros, conservar a los que quieres cerca..."

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