domingo, 28 de octubre de 2007

Kathak

Y éste es un vídeo del kathak, técnica milenaria de la India que Akram Khan fusiona con la danza contemporánea. De ahí los brazos, giros y manos y dedos, incluso los "taconeos" de pies descalzos que vemos tanto en él como en Sidi Larbi.

Zero Degrees

Lo habéis visto, seguro. Akram Khan y Les Ballets C. de la B.
Ya enlazaré a mi comentario en Danza Ballet, pero de momento quería recordarlo con un vídeo.
Aquí puedo comentar aquello que no haré en el artículo. Me vinieron muchas cosas a la cabeza cuando lo vi. Una de ellas fue que al ver a Akram bailar pensé en cuál es el prototipo de bailarín. Vemos a un bailarín no muy alto, musculado, fibroso, que incluso a veces da la sensación de ser algo compacto. Sidi sin embargo está más suelto. Tiene ese físico y esa forma de moverse fluidos. Akram es más duro. Y sin embargo levanta teatros y gusta. Es enérgico, rápido, muy rápido. Sí, es flexible, pero al mismo tiempo es duro.
Tal vez me reconozca, salvando las kilométricas distancias, en él. Yo soy dura, agarrotada y rígida a veces, tengo menos flexibilidad que los demás bailarines. Y si algo bueno tengo es que soy enérgica. No me cuestan los ritmos rápidos porque me llevo bien con los retos y con mi cuerpo, salvo cuando se trata de abrirlo de par en par. Eso no basta, pero Akram demuestra que el bailarín físico puede transmitir fluidez sin ser fluido del todo, puede transmitir pasión mediante la energía y la ambición del cuerpo, la fortaleza y armonía de un físico generoso.

UniCo y la danza


Como sabéis muchos, soy correctora, editora y chica de las labores del lenguaje, en general. Pertenezco a la Unión de Correctores (UniCo). Luchamos por el reconocimiento de nuestro trabajo, algo difícil. Pero UniCo está llegando lejos. Para ello se les ocurrió convocar una gincana de erratas, que conmemorara el día del corrector (27 de octubre). Un safari, cámara en mano. Los correctores han recorrido las calles y han fotografiado esos carteles que a todos nos han sorprendido alguna vez, carteles con las patadas más imposibles a la lengua. Y lo han recogido los medios, El País entre otros. Entre las fotos he encontrado una de la ciudad de la danza. Vale que lo que en ella aparece son sólo errores de puntuación, algo superfluo para más de la mitad de la ciudadanía, pero a nuestros ojos es no sólo un grave error de escritura sino algo hasta difícil de hacer.
De nuevo puedo conjugar mis dos placeres: la danza y el lenguaje.