Un elástico, crear espacios, plazas de Madrid, gente conocida y no tanto, ojos que miran, silencio y sonidos de la calle, tensamos la goma, tensamos la cuerda, la aflojamos, la pisamos, nos tocamos, nos miramos, aceleramos los ritmos, corremos cuesta abajo y frenamos los pies para volverlos a soltar, a saltar, a deslizar, a dejarlos llevar... Los brazos no son nuestros, son de nuestros cuerpos, los ojos no son tuyos, son de nuestros cuerpos, la piel estaba para el sol, pero era de nuestra respiración, de los sentimientos.
Nos coreografiamos sin pensar, sólo creamos las imágenes que los instintos nos apuntan, y seguimos bajando la cuesta. Procuramos pausar los tiempos y esas imágenes que por gustosas las creemos bellas. No sabemos cómo se ve desde fuera pero eso no importa porque si lo estamos disfrutando algo de esa energía llegará a la gente que nada espera.
Fue una improvisación en la plaza del Reina Sofía y en la Cuesta de Moyano. Es una foto de Pollobarba, mi querido fotógrafo.
Y recupero unas frases del mensaje del Día Internacional de la Danza:
"La danza es el espejo que refleja lo imposible hecho posible, para que todo el mundo pueda tocarlo, sentirlo, escucharlo y experimentarlo."
"Cada vez que nuestras manos tocan, ocurre algo bello. Lo que el alma recuerda, el cuerpo lo representa a través del movimiento. Por ello la danza es la fuerza curativa a la que todos podemos acceder, tú eres mis ojos y yo soy tus pies."
Y hoy que es un día de recuerdos, y hoy que soy recuerdo e imágenes vividas y queridas tengo la suerte de saber que mi cuerpo puede sentir que lo baila todo, hasta los recuerdos...
Porque quienes bailamos la vida pulimos con el movimiento las aristas que ésta nos va dejando en el alma, podemos limar los picos feos para dejar suaves y bellos hasta los recuerdos.
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