Ayer estuvimos en Caixa Forum. Concierto-proyecciones Travelling, de Miguel Marín.
Un espacio que se prestaba poco para una música así, electrónica, ambient. Una música hipnótica, con ciertos ritmos y arreglos digitales, con un violín de calidad en directo que invitaban a estar tumbado en un sofá o en una sala de conciertos y no en esa disposición fría y distante de unos asientos propios de una sala de cine.
Aun así me quedo con ciertas composiciones que sugerían, me sugerían, mover el cuerpo al ritmo o fuera de él de ese preciosismo electrónico. Una electrónica delicada que Miguel Marín ya ha puesto no sólo en manos del cine, sino en manos de la danza, para la compañía Erre que Erre.
María no vino, las llaves la secuestraron. Mi María es un pájaro y no enjaulado como el del vídeo (titulado "María is a bird"). Por eso lo pego, porque la María pájaro tuvo que rescatar otras libertades, que no la suya que ya la tiene, y se perdió el concierto.
Para mi María libre.
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