Recurro a esta foto de una coreografía de Mats Ek.
Recurro porque me he escurrido, me he escapado entre sus brazos y no me he agarrado como se agarra la bailarina a él. No, porque se nos han escapado los seis años entre los brazos. Los tengo, esos años, en los dedos, aún los siento.
No hemos sabido sujetarnos como lo necesitábamos.
Y yo necesito. Ahora le necesito a él, pero necesito otra cosa para no querer escurrirme, para no querer zafarme de él.
Se están amando en la foto y se están moviendo, hay energía. Yo tengo energía, pero no sé si suficiente para él. Me ha faltado ese movimiento, ese agarrarse con convicción porque quieres estar al cien por cien.
Me han faltado cosas que ahora no sé si se pueden recuperar.
Pero sé que le quiero. Y que le quiero abrazar.
Lo sé.
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